De niña, mi familia me inculcó el amor por las artes y siempre elogiaba mis habilidades creativas. A pesar de que inicialmente aspiraba a convertirme en profesional de la medicina, mi pasión por las artes escénicas se encendió cuando mis padres me llevaron a ver el musical «Hoy no me puedo levantar» a los 14 años. A pesar de que inicialmente me negaba a asistir al espectáculo, en cuanto se hizo el oscuro y sonaron los primeros acordes me dije a misma que algún día estaría allí arriba.
Comencé a entrenar con una pequeña compañía de teatro en mi ciudad natal de Valladolid, finalmente continuando mi educación en la ESAD y mudándome a Madrid para explorar el mundo del teatro musical.

 
Sigo trabajando incansablemente, perfeccionando mi técnica asistiendo a clases de baile, técnica vocal y otras áreas relacionadas con el escenario. Aunque pienso que aún me queda mucho por aprender, ya he tenido la oportunidad de mostrar mi talento en varios talleres musicales, pequeños conciertos y obras de teatro, y espero seguir creciendo y desarrollándome en mi arte.